Después de múltiples gestiones realizadas ante la Administración, la Confederación de Campings del Mediterráneo (CCM), -integrada por las asociaciones de Girona, Tarragona, Lleida, Castellón, Valencia, Alicante y los Campings de Montaña, situados a más de 1.000 metros de altitud en Cataluña-, ha trasladado a sus asociados la Orden SND/257/2020 de 19 de marzo para ejecutar un cierre ordenado de las instalaciones. Pese al grave perjuicio económico que supone, Campings del Mediterráneo entiende que debe realizar este ejercicio de responsabilidad y solidaridad con la sociedad en general, sus trabajadores y clientes
CCM ha logrado finalmente matizar el Decreto de Estado de Alarma y consensuar unas instrucciones precisas por parte del Gobierno a través de esta Orden ministerial recién publicada en el BOE, que declara la suspensión de la apertura al público de establecimientos de alojamiento turístico, con mención expresa al sector del cámping y con la consideración de dos escenarios:
- Campings sin clientes alojados: suspensión de actividad.
- Campings con clientes de temporada o larga estancia alojados: desalojo o permanencia con unos servicios mínimos.
Las medidas que propone el Ministerio ya se estaban aplicando de facto; los Campings del Mediterráneo han mostrado una rápida capacidad de reacción, por delante incluso de la facultad normativa de la Administración. A día de hoy un elevadísimo porcentaje permanecen cerrados -muchos no han llegado a abrir- y, salvo situaciones muy excepcionales, prácticamente todos lo harán en los próximos días.
Como demarcación líder del destino camping en España y también como motor económico del Mediterráneo, los Campings del Mediterráneo respaldan la consigna reiterada en esta crisis sanitaria: ‘Quédate en casa’. “Nuestros alojados deben retornar a sus casas; los consulados, autoridades aduaneras y fronterizas han puesto en marcha las medidas pertinentes para el retorno en condiciones de seguridad”, explica Àngels Ferré, presidenta de CCM.
Los campings se habían visto sumidos una gran confusión en el marco de un escenario crítico, “con clientes extranjeros que pertenecen a un público vulnerable frente al coronavirus, y sin medidas que garanticen tanto a los establecimientos como a sus clientes unas condiciones mínimas desde el punto de vista de la seguridad y la responsabilidad social como sector”, reflexiona Ferré..
La reciente promulgación del Decreto de Estado de Alarma tras la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, -Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo (BOE 14/03/2020)-, no solventó en la práctica la compleja casuística de los campings del área mediterránea. Ante estas dificultades, conjuntamente con la Federación Española de Campings y los máximos responsables de las Administraciones turísticas autonómicas catalana y valenciana, CCM ha conseguido incluir a los campings y clarificar la aplicación del Estado de Alarma, lo que en la práctica significa:
- Decretar el cese de la actividad de los campings.
- Catalogar como fuerza mayor la causa del cierre de los establecimientos.
- Establecer medidas legales para el desalojo.
- Establecer protocolos legales dirigidos a regular las diferentes situaciones de alojamiento (larga duración, temporadas…) en las que muchos establecimientos se encuentran.
A medio plazo, la Confederación trabaja para atenuar en lo posible el impacto de las pérdidas por el retraso del inicio de la temporada y continúa preparándose a conciencia para una próxima apertura con todas las garantías sanitarias. Campings del Mediterráneo agrupa a más de 300 campings (210.000 plazas) de seis provincias, genera 7.000 empleos directos y acoge a 4,3 millones de turistas cada año (25,5 millones de pernoctaciones). Estas cifras suponen casi el 58% de los trabajadores del sector en España, el 54,5% de los turistas y el 65% de las pernoctaciones.