El coronavirus abre una ocasión de oro para Tarragona y Cataluña a la hora de resucitar los proyectos estratégicos del territorio
Los equipos económicos de ciudades como Tarragona, Reus, Salou, Cambrils o Tortosa ya se están comenzando a mover, aunque van con retraso
Además de los cientos de miles de millones -se calcula que 1,2 billones de euros- que el BCE ha puesto a disposición de los Estados miembros para la soportar el fuerte endeudamiento (gasto sanitario, financiación de los ERTEs o líneas de rescate para los sectores más castigados por la pandemia), el segundo rescate bautizado como ‘Plan Marshall’ va a ofrecer en los próximos dos años 750.000 millones ‘extra’ para proyectos diseñados bajo dos grandes ejes: Green Deal (Pacto Verde), transición digital.
Según publica en su último número de agosto el Indicador de Economía. nunca en la Historia moderna se ha conocido una lluvia de millones de tal magnitud. Se calcula que el PIB de España ha caído un 18%, es decir, unos 200.000 millones. Sólo este segundo rescate ya pone sobre la mesa 140.000, y la mitad a fondo perdido. Por situar esa cifra en su debido contexto, el Fondo de Cohesión ha supuesto para España algo más de 7.800 millones de euros entre 2014 y 2020. Paradójicamente, la Covid 19 puede suponer una oportunidad de oro para Tarragona y Cataluña a la hora de resucitar los proyectos estratégicos del territorio como la regeneración de agua industrial, innovación en la generación eléctrica (plantas de última tecnología de aprovechamiento de biomasa en Sirusa, por ejemplo), el Tramcamp, la Estación Intermodal del aeropuerto de Reus o el anhelado desvío de la línea litoral del ferrocarril, por citar sólo algunos..
No obstante, la financiación de este ‘Plan Marshall’ se concede a proyectos no a Estados, lo que significa que las ciudades de la provincia de Tarragona deben alinearse con la Generalitat, y ésta a su vez con las líneas maestras del Gobierno Sánchez. La primera oleada de presentación de presupuestos y solicitudes de fondos debe estar lista en septiembre, lo que significa que los grandes Ayuntamientos deben darse prisa para desempolvar sus proyectos más ambiciosos y actualizarlos.
Cada país tendrá que presentar sus planes de inversión ante la Comisión Europea, que evaluará si encaja con sus recomendaciones y la filosofía del rescate: proyectos que refuerzan el potencial de crecimiento, la creación de empleo y que favorecen la transición ecológica y digital. Los equipos económicos de ciudades como Tarragona, Reus, Salou, Cambrils o Tortosa ya se están comenzando a mover, aunque van con retraso porque todavía no son capaces de definir sus prioridades.
Todo indica que la obra pública, generadora de empleo, se va a disparar en los próximos años. Según las fuentes consultadas por el Indicador de Economía, los gigantes nacionales de la construcción como Acciona, FCC, Carbonell Figueras o Comsa ya se están posicionando en la provincia de Tarragona para postularse ante los Ayuntamientos y generar consorcios público-privados capaces de gestionar obras de enorme envergadura.