Las urbanizaciones de El Catllar merecen más

Han pasado algo más de seis meses desde que ganáramos las elecciones municipales. Aunque no hemos podido gobernar por la alianza de cuatro partidos (PSC, Junts, ERC y Mo1-te), la irrupción de Somos Catllar ha servido para dar un protagonismo nunca visto antes a las urbanizaciones de El Catllar, -donde vive aproximadamente el 80% de su población-, y terminar con el histórico abandono que padecían. Nuestra presión ha comenzado a dar sus frutos aunque la inversión destinada a paliar el desequilibrio económico entre el núcleo urbano y las urbanizaciones es claramente insuficiente.

Pese a que el problema de la inseguridad continúa latente, nos congratula haber sido capaces de acabar con el negacionismo de la mayoría de partidos políticos que configuran el equipo de Gobierno actual,  tal y como se puede comprobar en las hemerotecas, y que, por fin, se percatan de la gravedad del desafío. El ‘agujero’ de la seguridad sigue sobre la mesa y se van a invertir 150.000 euros en cámaras de lectura de matrículas, además de incrementar el número de vigilantes.

En esencia, hemos conseguido un cambio de actitud hacia las urbanizaciones; los partidos tradicionales han percibido que esos votos son la llave del Gobierno municipal. No obstante, somos conscientes de que nos queda mucho trabajo por hacer. Se nos ha negado realizar una auditoría de cuentas, cuando lo normal sería conocer el estado de las arcas del Ayuntamiento en un ejercicio de transparencia, también se nos ha negado una comisión de seguridad y una de urbanizaciones.  Da la sensación de que algunos no desean que nadie levante las alfombras. Por otra parte, seguimos denunciando un contrato de basuras caro y deficitario, que nunca ha logrado ofrecer un nivel de servicio aceptable.

Otro de los grandes retos que afronta El Catllar pasa por mejorar la eficiencia de la oficina de Urbanismo, claramente infradimensionada para dar servicio a 28 urbanizaciones. Muchas de ellas están en condiciones de ser recepcionadas por el Ayuntamiento, pero el colapso es absoluto, tanto para éstas como para las que requieren mejoras y mantenimientos urgentes. Además, esta parálisis pone en riesgo un atractivo proyecto urbanístico, con una inversión que supera los 13 millones de euros, que a juicio del actual concejal de Urbanismo, no es prioritario. Una oportunidad extraordinaria de generar dinamismo económico y empleo en El Catllar que sigue estancada por falta de capacidad de gestión.

El camino no está siendo fácil en absoluto, en especial por la actitud de ciertos concejales como Xavier Canadell (Mo1-te), actual teniente de alcalde y regidor de Hacienda y Promoción Económica, que también ejercerá como alcalde en virtud de los pactos de Gobierno. Su discurso público sobre Somos Catllar, plagado de inexactitudes y medias verdades, pretende situarnos en la diana como un grupo ‘fuera de la ley’, tan sólo porque siempre hemos sido partidarios de defender los derechos de los ciudadanos y promover la diversidad como bandera.

En cierta manera, el señor Canadell insiste en una visión caduca de los vecinos de las urbanizaciones de El Catllar como ciudadanos alejados de la vida del pueblo. Nosotros deseamos recibir la misma calidad en los servicios públicos que el núcleo urbano. Queremos recordar que el actual Ayuntamiento de El Catllar está formado por 11 concejales y que nueve de ellos residen en urbanizaciones. Por mucho que le disguste, desde Somos Catllar vamos a seguir ejerciendo nuestra obligación de control efectivo en el desempeño del Gobierno municipal, con el objetivo de defender los intereses de todos los vecinos de El Catllar, sin las distinciones y fronteras que ciertas voces siguen empecinadas en mantener.

*David Rodrigo es portavoz de ‘Somos Catllar’