Repsol invierte 100 millones en la parada más larga de su historia en Tarragona

Instalaciones de Repsol en el polígono norte. CEDIDA

30 millones se destinan a tareas de mantenimiento y 70 millones a 148 actuaciones de mejora.

Mediante estas inversiones se dejarán de emitir 33.000 toneladas de CO2, el equivalente a una población de 10.000 habitantes durante un año

La refinería de Repsol en Tarragona empezará este viernes la parada más larga de su historia, que hará que las unidades de combustibles estén 53 días sin producir. Durante este tiempo se harán actuaciones para mejorar la seguridad y la competitividad, inversiones para reducir emisiones de CO2 y tareas de mantenimiento. La compañía destinará 100 MEUR, un coste superior al previsto inicialmente a causa de la coyuntura internacional y la inflación, que también han hecho retrasar un procedimiento que estaba planificado para abril y mayo.

El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona, Javier Sancho, ha destacado que el paro tiene que permitir tener las instalaciones a punto para el próximo ciclo de producción de seis años. Durante la parada, de media trabajarán 2.900 personas, con puntas de 3.700 trabajadores. Una cincuentena de personas han trabajado en la preparación de la parada, que contará con 120 técnicos de prevención. Para llevar a cabo estas tareas Repsol ha contratado a 80 empresas auxiliares, la mayoría de ellas con sede o delegación en Tarragona.

En cuanto a los 100 millones de costes, Sancho ha apuntado que 30 millones serán para tareas de mantenimiento y 70 millones serán para 148 actuaciones. De éstas, el 30% serán para mejorar la seguridad y el impacto sobre el medio ambiente, un 35% irán directamente dirigidas a cambios para reducir las emisiones de CO2 y un 35% para mejorar la competitividad.

De las referentes a rebajar la contaminación, Sancho ha cuantificado que se dejarán de emitir 33.000 toneladas de CO2, «el equivalente a una población de 10.000 habitantes durante un año». El director ha reconocido que la refinería emite anualmente un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera, pero que la empresa está comprometida en alcanzar la neutralidad climática en 2050. «Llevamos años trabajando por la descarbonización y las paradas programadas son primordiales para implementar inversiones mejora de las instalaciones», ha remarcado.

Así, entre 2016 y 2025 el compromiso de la petrolera es haber disminuido la emisión de gases de efecto invernadero «entre un 10% y un 12%». Para ello, «la primera palanca es reducir consumos, sobre todo de gas natural». En este sentido, ha reconocido que «la coyuntura» internacional les ha hecho acelerar la disminución de uso de gas natural y sustituirlo por «otras alternativas». Para Sancho, las inversiones significan «una apuesta firme y clara de la compañía hacia el complejo de Tarragona» para que siga siendo «un referente».

Entre las tareas que se llevarán a cabo durante los 53 días de parada se encuentra la inspección de todas las tuberías, especialmente una de 20 kilómetros de longitud. Para revisarla a fondo se utilizará un aparato que calcula el grosor del tubo a lo largo del recorrido y avisa si existe alguna zona más deteriorada para repararla y evitar fugas. Paralelamente, en el interior de algunos equipamientos se introducirán robots para realizar tareas similares.

Sin embargo, la operación más compleja será el vaciado de la llamada «torre de vacío», en la que deberá realizarse un «remetalizado», que consiste en un recubrimiento del interior de la torre de una capa de metal que la protegerá del ataque químico de los productos con los que se trabaje.